
Imagen de Kim Anderson
¡Qué Irónico!
Te escondes, te encierras…¡¡te alejas!!
Mientras que el mundo se muestra y goza, tú únicamente te ocultas…te escondes
Un día de tantos te fijas en su actuar,
Lo estudias, lo tratas de entender, e incluso deseas vivirlo, tal como lo has visto;
Pues quieres sentir ese gozo, esa emoción, ¡esa felicidad!
Bien, pues te arriesgas, el juego ha comenzado, es el momento de actuar…
¡Es el momento de vivir!
Fijas tus metas, trazas tu horizonte, desde ya todo luce muy bien;
Pues claro, ¡has dejado de vivir en la oscuridad!
Luego de un par de días te vas dando cuenta que las cosas no han salido como las planeaste,
Ó por lo menos cercanas a lo que querías…
Día tras día te decepcionas, te desesperas…
¡Hasta que un día decides volver!
¡Hasta que un día decides volver!
Vuelves a encerrarte en ti misma, a acompañarte de tu soledad,
Pues bien, ésta nunca te ha fallado.
Pues bien, ésta nunca te ha fallado.
Regresas a tu soledad, una vez más, convencida que es mejor estar ahí;
Es mejor ver por tu ventana pasar al mundo e incluso por algunos momentos desearlo;
Que estar en ese mundo y morir en soledad.
3 comentarios:
Ese es el problema: la soledad no falla, y nos da esa libertad porque se crea un mundo seguro, aunque no es suficiente...
He encontrado que luego de la desesperación, aún se puede encontrar algo más que soledad...
La soledad es esa realidad alterna que todo el mundo tiene miedo de afrontar. Es una realidad fuerte de la que todos escapan, ya sea teniendo una pareja mala, estando en algun grupo solo por estar, o cualquier otra alternativa absurdamente comun. Considero que en esa realidad indiscutible nosotros podemos encontrarnos, volvernos fuertes. Solo que nadie se atreve a probar, porque si no estamos concientes de nuestras capacidades, nos destruye. La soledad no perdona al debil, lo mata. Desde la soledad, donde me he encontrado, yo la saludo.
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